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Mostrando entradas de febrero, 2017

Osadía, en tu piel...mis labios!

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No es tu ropa la culpable de nuestra distancia, pero paga para mi agrado el precio de la represión de tu piel cuando son tus brazos quienes les lanzan tras tus pasos cuando tu espejo te recibe libre al fin de la moral y el pudor y ardiendo en deseo para el lente de mi cámara. Como tu misma lo dices: ¿para que la ropa si son los labios las únicas prendas que la piel osa lucir? Osadía desbordante de tu piel, libre despliegue de tus sueños cuando los botones de tus prendas se deshacen de sus ojales y tus tobillos se ciñen con el encuentro de tu ropa cayendo libre hacia el olvido. Aquella tibia piel que arde en deseo ante el espejo, aquella brillante mirada que orquesta el encuadre mágico del lente que te transporta hasta mis pupilas. Osadía tu acto subversivo de vencer los temores del recato de aquella moral que oprime tu sentir y liberar tu piel ante las fantasías de mis pasiones, osadía tu maniobra cuando hallas el espacio íntimo en medio de tu cotidiano agitar para desnudar ante aquel

Llueve

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Llueve. Son horas los días que de pie frente a tu puerta aguardo por verte salir … Afuera llueve y las gotas lavan aquella puerta de metal frío como tu mirada cuando se dirije a mi imagen y no alcanza a lavar las lágrimas que tanto desgastan mis mejillas y cuyos surcos tatúan tu nombre en la piel que antes ardía por tus labios. Cada mañana veo salir tras de ti mis suspiros y me acongojo de no ser el guía de tu mano ni el aire que juega con tus frágiles vestidos que tanta gracia mostraban cuando sucumbían a la gravedad y mis deseos, lamento en la distancia verte caminar sin mi compañía ni mis sombras de aquellos miedos atados a tus tobillos cómo aquel delfín que yacía en el reposo de mis más profundos besos. Cada tarde a la distancia veo aquella sonrisa entre tus labios dirigirse a tus cercanos y recuerdo como aquellos caprichos de tus incisivos marcaban mi piel con mi regocijo mediado. Verte sentada en aquella banca con reposo en aquellos extraños hacen de soledad aún

Cómo agua para mis sedientos labios, cada gota furtiva que ocultan tus piernas. Las mejores 20 palabras del idioma español describiendo la magia y placer en la piel de mi amada.

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Las mejores 20 palabras del idioma español describiendo la magia y placer en la piel de mi amada . Cómo agua para mis sedientos labios, cada gota furtiva que ocultan tus piernas.  Efervescencia vital, cada gota que cae de tu placer en mi árida piel que inunda con el petricor de mis deseos acendrados contenidos desde aquel alba en que vuestra sonrisa me guió cual majestuosa bonhomía por perennes anhelos inconmensurables y que hacen del respirar superfluo ante el suspiro propio que evoca tu nombre como aquel jovial nefelibata esbozo de nirvana que conocí en tus besos. Bajo la mayor ataraxia inmerso tras tu susurro que obtengo cual serendipia , que revuelve mis adentros de manera inefable , con aquel etéreo recuerdo efímero del eco de tu sonrisa, casi tan elocuente ella como el destello en la aurora de tu orgasmo melifluo e infinito que es para mi sin excepción la más grande epifanía del sempiterno latir inmarcesible que ostento con orgullo y pasión por

15 meses: Tantas lunas cómo TRAVESURAS!

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15 meses, caida libre de cada grano de arena que aquel reloj que revela una a una las fantasías de aquellas que escandalizan la moral ajena. Algunos alcanzan la cima de su cúspides aunque estas ya son coronadas por el brillo metálico de las fantasías que suelen hacer realidad en la complicidad de aquellos más de cuatro centenas y media de oscuras pasiones que huyen de la ropa que los contiene. Como en un grano de arena, un reloj de estos condensa aquellos suspiros de las desnudas pieles de los amantes acérrimos, en cada gota de tu pasión se diluyen aquellos fracasos que en el amor hasta comparten, no son lágrimas quienes mojan las mejillas sino el sudor que queda del entusiasmo de cada inteligible encuentro. Cuentan para aquellos que les observan los días del calendario que vuela pero para ellos, siendo solo dos amantes,amigos, novios, cómplices, amos y esclavos, el reloj de arena se congela cómo el hielo en el ártico, como alguna vez sintieron su corazón, cada grano de arena

Cartas de amor: 8 Recibo tu retrato, y en él tu espejo me narra cuanto mi piel anhelas.

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8 Recibo tu retrato, y en él tu espejo me narra cuanto mi piel anhelas. Mi pluma se agita ahora en tu respuesta, tras agónicos meses de ausencia tu piel rehúsa de su manto y recrea para el espejo que tu retrato me acerca tantas fascinación es que en mi brazo antes sólo eran fantasías. Aquel marco en madera que delimita la reflejante ventana a tus pasiones brilla tanto como en mis sueños cuando sin la prisión de la ropa hacemos de nuestros cuerpos una fuente de pasión reflejada en tu espejo. Envolvente cuerpo para mis besos desde la distancia de los días ya años tan solo puedo recordar con suspiros nostálgicos y lamentaciones que lavan mis mejillas, cada colina infranqueable de tu cuerpo hacía una batalla entre los míos labios y aquellas gotas que el afán de tu sudor y la lujuria que se escapaba entre tus piernas, cada tibio rincón del manto inocente de tu edad ha sido ya teñido en licor y noche sin poder ser yo quien les habite. Cada inicio de noche mis plegarias a tus pas

Tras mis pupilas entre mis dedos: Nuestro encuentro.

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Tras mis pupilas entre mis dedos: nuestro encuentro. Aquellas oscuras intenciones que se ocultan bajo tu ropa, aquellas Intenciones que guardas envueltas en tu aroma, las que pasan por tu mente, son delirio en mi fantasía, y como tú mirada, son enigmáticas y como mis noches en tu ausencia anhelando tu piel no son claras… Como el brillo de una flor, son tus intenciones destellos que se revelan en tu piel, Muchas hacen de ella el modelo perfecto para mis fotografías, Otras, hacen de tu pecho la flor que busco en mis ansias de néctar, Algunas más no dejan de enredar mis deseos a tu nombre como tu cabello lo hace en ellas, en mis dedos! Un encuentro, Cuántas veces no los he fantaseado mientras en mis dedos se escurre tu nombre, Creo que tantos que hasta me puedo imaginar el contorno de tu pecho y el difuso gotear vacilante que trasciende en odisea hasta tus rodillas. En muchos sueños veo caer tus prendas lentamente frente a mi y disfrutar de tu mórbida mirada de fascinación por la