16 meses: se abre el sol a la mañana y lava las montañas en pasión

16 meses: se abre el sol a la mañana y lava las montañas en pasión.

Hablaban de capricho sin haber sentido el latir que saltaba cada noche Que confiaron en lo platónico de una pasión sin razón que nació sin haberle cultivado en rebeldía de los cánones de moral y placement de ignominiosos intransigentes ilusos emperadores.

sonrojados cuando contemplan cada cifra de nuestros días juntos y aunque son menos que la propia de fantasías hechas realidad son escandalosas como nuestra forma de concebir el mundo.

16 meses atrás mis pasos buscaban la noche para esconder aquel amor sacrílego que todos tachaban de capricho y rebeldía, subversivos ambos en fuga de captores, perseguidos ambos por la moral hipócrita, amantes siempres egoístas nunca y carentes de orgullo y pudor, rebosantes de satisfacción, sonrisas cortadas por suspiros, así como apasionadas palabras que huyen a cada gemir.

Esa noche oscura, en la que flores santas cobijaron nuestro sudor, noches de estrellas en las que tus ojos fueron así como lo son hoy mi única luz, esas noches en las que el fuego del sol ebullía en nuestras pieles y aunque la noche se hace más oscura justo antes del alba, hoy en nuestro amanecer se iergue del fuego y las pasiones aquella luz que descubre la desnuda piel con la valentía que da el tiempo a aquellos amantes que avivaron el fuego cuando la tormenta arreciaba, el sol se eleva en el alba, la luz de una amor sincero comienza a descubrir el velo del temor y reflejar en las majestuosas colinas de tu ser la pasión que gotea espesa cuesta abajo desde la cima ya conquistada.






Las colinas que decoran la acaramelado piel de fuente misma de la pasión y objeto codiciado de las fantasías mías hacen sombra entre las formas que hacen de nubes en el firmamento que les admira de rodillas misma. Esas colinas, aquellas fascinaciones de los míos labios, aquellas que guardan el sabor a pasión que nunca antes probé con tal agrado y cual ambrosía eleva mi esencia a estados idílicos. Colinas ellas, las dueñas de toda mi devoción pasional y del fuego mismo de mi amor.



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