El humanista desahuciado
Yo soy esa fantasía que creo ser, ese remedo del conjeturar maquiavelico del cruce de infinitos meta datos que mi interminable curiosidad se jacta de sin permiso tomar. Soy tanto como me permito ser, o al menos el espejismo que mi cerebro me hace creer que soy para no llámarme él siendo yo quien le llame yo. Es algo complejo definir la esencia de lo humano cuando no hay certeza de quien se es, enajenado de la conclusión del antecedente de los recuerdos vividos, es casi imposible no llamarme en tercera persona cuando me refiero al ser biológico reactante que acudo a ser... ¿Soy yo quien habla o soy quien me ordena a decir lo que digo? Es cerebro y sus procesos son tan excepcionalmente mentirosos que incluso te hacen creer que tu existes, me repito a cada segundo que me/le cuestiono, y no hay nada más que decirme que aceptar mi dualidad impuesta pata no conocer la complejidad del conocer el ser que quizás pueda llámarme yo. Estas funciones superiores cerebrales son quieres