Curiosidad, el origen del placer.
Curiosidad: el origen del placer. Hace ya días no me sorprendía pero viendo quien confiesa hasta un clérigo se asombra de la sinceridad que algunos llamarían cínica y que hoy aplaudo como el mayor gesto de confianza entre dos humanos que interactúan, sinceridad! Pocos días le he cruzado la mirada en parte pocas veces mi ingerencia alcanza su orbe pero parecen muchos los suspiros en los que coincidimos. Ya le había notado, con su cabello mágico, esa mirada silenciosamente elocuente con que detalla mis palabras, el cruce nervioso de sus piernas cuando le hablo y la danza desenfrenada con que tus labios juegan con dientes y lengua cuando le miro fijamente. Es evidente que ya me había notado, en sus palabras la libertad con que enfrento temáticas tabú y coyunturales de la doble moral le cautiva, la silueta editada de mis posts y agilidad verbal con la que algunas me asocian le han dejado humedamente perpleja. Brilla el sol de la mañana en la que me abordan sus letras, cortésmente un