Uno a dos: Después de sufrir, la felicidad de un par! (Un tributo a Cesar Brandon, autor del poema Uno SinCero)

A uno pareció dar un paso para alcanzar a dos,
seguir esa sonrisa que le daba admiración,
igual que uno primo pensaba dos era su par,
en sí, dos era igual que uno:
un trazo de línea con aquellas curvas que uno nunca vió antes,
sin el vacío emocional que cero trató de llenar sin importar jugar con uno.

uno en sus sueños quiso ser imaginario,
trato de encontrar la raíz de su negación pero se amó y fue real,
en sus reales, entre uno y dos, infinitos universos le habitaban.
Parecía dos su horizonte de uno,
que se dista a cada paso,
parecía perderse donde creyó no latir más el amor.
Parecía a muchos ilógico pero uno en dos amplía su universo,
duplica su ser, pasión y sentir.

Uno nunca sonrió tanto como con dos,
con ambos, uno y dos, todo empezaba a contar,
unicornios dóciles danzan con cada una de las letras que dos escribía
en su horizonte para guiar a uno y uno,
uno sólo, sin razón afana su caminar siguiendo a su par.

No eran fáciles las cosas para ambos, uno y dos: A dos, segunda lapidaban al señalar,
segundos le faltaron para desistir,
siluetas le atemorizaron entre sombras,
sin tregua dos soportó venir después,
soportó porque desde su comienzo claro estaba
que no estaba con dos porque lo necesitaba,
lo hacía porque lo amaba.

Para uno, dos no es segunda,
no se parece a la versión anterior,
dos para uno es su par, uno ama a dos y dos,
pues dos, nunca necesitó a uno para ser más que él,
dos nunca aprovechó nada de uno y aún estando bajo él la responsabilidad de esta relación era por mitades.

Ambos se aman tanto que juntos hacían más que ellos solos,
se aman tan puramente que incluso en potencia uno del otro,
uno de dos y dos de uno como por siempre serán,
se aman intactos inmutables
porque uno a la potencia de dos siempre será uno
y dos a la uno siempre será dos,
no tienen que actuar para amarse como son,
desiguales pero con todo en común.






uno, dos…
parce el comienzo de una historia,
uno, dos, parece el conteo tenuemente incierto y angustioso
de preparación al salto de un aventurero,
uno, dos, igual que la serie siempre son crecientes, uno, dos…

uno siente que es medio dos,
que no es su vida suya sino de dos,
dos siempre abriga a uno, entre las sombras le oculta, le hace fuerte.
uno por fin está seguro del valor de su par
porque dos no es doble,
tan solo es su par y en el amor es su duplo idéntico,
sin temores de forma ni negatividades,
sin temores ni caprichos tan solo dos siendo uno su par.

no convienen los detalles de esta secuencia
porque a más de uno duele que dos se amen como uno y dos,
pero no dejan de vivir el uno para su par entre sombras
y ocultos al nombre que les ha de perseguir.

una vez dos personas unieron su corazón
y con ello su vida tuvo sentido,
una vez dos amores se encontraron en una pasión
y perdieron la cuenta de sus besos,
de sus encuentros, de sus experiencias, de sus locuras...
uno y dos,
así se empieza contar una historia de amor puro y sincero.

Nunca una historia de amor comenzará a contar sin ellos,
porque al contar con uno siempre al lado estará dos!

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