Del dinero y mi mayor frustración.




Después de cientos de miles de días soñando lo mismo, por fin la noche anterior este sueño melancólico se torno algo hilarante tras toque de locura y desahogo.
A bien aquí mi sueño para que algunos puedan encontrar en el las particularidades de mi pensamiento y el motivo de mis lágrimas.
aquella noche me doblegó morfeo como de costumbre, con mis lágrimas arropando mis mejillas y su nombre en mis labios. En medio de mi muerte plausible le veía acercarse como de costumbre a mi cita en aquella flor Santa que por tantos años fue testigo de nuestras lujurias y pasiones, llantos y alegrías, pero esa noche algo cambió. aunque siempre me está claro que es solo en sueños que te la tengo esa noche una serie de números en su vestido de inocente niña me causó algo de curiosidad. Les conté uno a uno mientras mis labios descansaban por fin en los suyos y se liberarán de aquella condena de probar tan solo amores fríos y pasajeros, aquella noche con esmero fueron mis labios el manto de su piel y mis manos elocuentes a su alma cuando le transmitía cada una de las palabras de pasión que emanan de mi corazón cuando día o noche, despierto o no inundan mis ansias con su nombre.
su hermoso cabello, el que tanto disfrutaba enredado en mis dedos me daba por fin la única bocanada de vida que recibo en todo el día, el aroma de pasión. Su mirada brillaba más que nunca pero sus labios esa noche no pronunciaron más que tristes realidades.
-! Este amor no podrá ver la luz del sol jamás, ni ser uso del comentario de otros, ya me has hecho tanto daño como para permitirme luchar por lo que antes sentí!
Y no dejó de besarme mientras contaba una a una las estrellas que se reflejaban en nuestro sudor desnudo al viento, ni menos evitó que mis labios le confesaron que no existe ocaso ni alba en que mi lamento al cielo no suplique su perdón ni lamente haberle perdido, ni tampoco hay sueño en el que no le vea, no le busque, no caiga a su vientre de rodillas, ni le agradezca a ángeles y demonios que una vez más a mi necesidad y tortura le traigan a mi aunque sea tan solo en sueños.
Cada noche al despedirse en mis sueños no ocultó una sonrisa para mi, aquella que visco a cada suspiro y que en tanto tiempo apenas pude tenerle… Al Menos en sueños.
Esta sonrisa agitó tanto mi ser que por un instante mi ser algo racional me cuestionó mi cotidiana práctica de soñar con ella y de manera irónica me reprochó entregar cada noche de mis días a buscarla.
-si ella no puede y no quiere estar con voz- me decía, - ¿por qué le buscas? Ha de ser mejor ganarse el baloto (una lotería que en Colombia entrega miles de millones de pesos en premios).
Y fue allí en donde lo cómico de mi sueño por momentos disipó la mirada de otros en mi de su esencia.
Recordé aquellos números con los que se vestía mi único amor y siempre vivo en mi y me acerqué a aquel lugar de azar donde estos números podrían tener significancia, uno a uno fueron digitados y alcanzaron más tarde, vaya lo ilusorio de las posibilidades, coincidir con la secuencia ganadora.
Me creí despierto cuando me comentan que allí donde la suerte huele a necesidad habían vendido el boleto ganador, el cual, aspirando a un podo de discreción oculté del conocimiento de todo aquel que no halla llorado por mi, aunque sin fortuna ya que al ser el único boleto que se había vendido allí, fue imposible ocultarne del dedo inquisidor de quien me señalaba ante los medios de comunicación que de tinte amarillo visten los hechos placebos que mantienen la sociedad como borrego.
Manifiesto en frente de tantos no poseer tal boleto premiado, en mi búsqueda de discreción pero ante tanta insistencia me declaro y manifiesto en una agitada entrevista con quien quizás sea un periodista:
-no me considero, desgraciado, soy agraciado porque nunca gocé de ella, simplemente he perdido el boleto y no puedo hacer nada más que remedio lo que usted considera una lástima-.
-¿pero que se siente perder tal cantidad de dinero? - cuestiona quien comunica.
-jamás lo tuve, como la certeza del latir de mi amor, no es mio si nunca dispuse de él, no se por que cuestionan mi desapego al dinero, si he defendido que el elemento más corrosivo de la naturaleza es la plata, por ella, las personas pierden moral, dios y principios, sueño con un mundo sin dinero, pero aún no hallo el mecanismo de selección natural que mantenga la opresión y control social que el dinero ha sabido cumplir con el descaro del cálculo. Perder ese boleto para muchos puede ser un inmenso dolor, pero nada puede superar aquel dolor por haber perdido algo mucho más valioso e importante en mi vida…
-¿qué es eso que perdió que tanto lamenta? - preguntó inocente por no conocerme.
- Ella conoce su nombre! - respondí y lloré como de costumbre cuando su nombre se diluye en mis suspiros…




Desperté, y mi almohada aun reboza en lágrimas pero lo único nuevo en mi amanecer que pude escribirte cuanto lamento perderte… 😔

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