Llegar a su patria!



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Ha sido una prioridad del hombre hacerse a una patria, a la potestad de su mirada, a la seguridad de la confianza prometida y la fidelidad del suspiro de la tierra fértil amada.
El acoger un extraño y hacerlo propio es la opción de la tierra a la que se elige. No es más que la aceptación del deterioro qué el foráneo ha de causar. La transformación del entorno es inherente a esta peste de especie a la que me ufano pertenecer. 

Cada individuo en su afán de dejar de serlo acoge una mirada como el panorama que desea ver por siempre, le elige de manera ilusoria puesto que es la tierra la qué le acoge con su beneplácito, la que le permite acampar en su piel. Cada elegido entonces intentaba acoplarse a su panorama, acepta las exigencias pero nunca renuncia a su deseo de transformación y de terra -  formado. 

Los vínculos entre tierra y habitante, a futuro son una mediación de poder entre los sollozos de ambas perspectivas, proceso engorroso en el que llueve más de la mirada melancólica que de la sonrisa efusiva. 




Algunos han visto el nómada vivir como el repeler de aquellas húmedas miradas y el disfrutar del círculo iris (arco iris) de la sonrisa inefable de la libertad del gotear suspirante de un amor oportuno y clandestino de la ausencia de lazos latigantes... 

Algunas noches, entonces, serás mía bajo estas estrellas y tuya mi devoción sin medir descanso desde el ocaso al alba y más cuando la mirada envidiosa de la sociedad de doble moral acuse del ligar y el tiempo... Lo serás, lo seré, hasta que tu vestir te vuelva a tu vida ajena a mi respirar. A ti mis suspiros, a ti mi devoción, a vuestra piel cada gota de mi espesa pasión... Todo a vuestra piel, en tanto la acercas a mi, en tanto mis labios disfrutan de los húmedos y tibios tuyos...aunque nocierr s las miras del esclavo, dejadlo libre, no encierres los demonios de sus placeres, no cierres la oportunidad al latir fortuito qué ama como aquellas letras de Neruda... Entre las sombras y alba! 

"yo solo puedo regalarte este segundo y este otro... Pero niña no me pidas más, no me pidas que tengamos un nosotros, pues he nacido libre y soy solo esclavo del placer... Y no tengo más patria qué el cuerpo tibio y húmedo de una mujer". 

puede darse a contreras, toda gota de tu ser. Puede darse a tu piel cada beso de sus labios. 

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