Abatir de olas: fin del día primero

Día primero
En cuanto a esa noche fantasiosa, aquella noche que promete ser mi cielo e infierno, en la que ingrese entre tinieblas en el ardiente destello de tu gemir, Habrá de hacerse realidad en el mar.. No se a que deba mi capricho de ver caer de tu piel la arena luego del telar moral que la sociedad nos impone... Aun viendo el rojo atardecer en las líneas que el sol no vulneró en tu piel..
Cada grano de arena tomará la decisión que yo jamás nunca tomaría : separarse de tu piel en caída libre al amargo mar, por más fuerte que abata la mar,  prometo abatirte con mayor fuerza, haciendo que las olas sean un remedo de tu piel y toda el agua del mar tan solo una gota de tu placer...
El fuego que dejas en la arena para que brille tu piel con su reflejo es gélido en relación al cruzar de aquella preciosas y omnipotentes piernas, con ellas en mi todo lo puedes ,ya tu traje ha sido capturado como mi trofeo de guerra cuando lo lanzarte en mi pecho y me invitaste a seguirte al horizonte donde el sol se posa en tu piel enseñándole a mis labios donde han de reposar hasta el alba.
Exploro cada rincón de tu ser con la magia de un pianista cuyo instrumento explota en espesas melodías,  aureolas que se ocupan de mis labios en tanto el mar entre tus piernas ebulle con cada gemir, confundes la marea con tu delato de pasión y el impacto de tu ola contra el espolón de roca encallado en mi ser son la liberación de tus oscuras pasiones...
Estrellas fulgurantes, luna cómplice, arena inquieta y fuego parpadeante son conjugados con el sabor a vino de tus labios, cada huella en la playa que deja tu contonear fija para siempre el recuerdo de alcanzar mi nirvana y tu seducir, jugar con tu piel, tus traviesas manos delatan que la noche apenas comienza a arder...
Respiracion cortada por el vilo de tu ansiedad, por la debilidad de tus rodillas y la fragilidad de tu garganta... El latir en tu pecho dota de ritmo las cimas de mi gloria, las que parecen bailar entre mis labios.
Parecemos una hoja que el viento arrastra por toda la continental orilla, ambos cuerpos se entrelazan en profundo placer anclado uno al otro y atado entre piernas, uñas y besos en una flama de entrega mutua, bañados en arena y sudor, arden cuando ya la llama no vence el alba, y exhaustos los despojos de amantes contemplan el amanecer adornado entre tus montañas, delineando el horizonte con tus piernas y plácidamente satisfechos por la huella de mis orejas entre ellas, un susurro final proyecta al oído la plenitud de la noche y lo prometedor del día en constructo.
Caminando por la playa, recorriendo las huellas en ella y tu piel que la noche ha dejado, procuro recuperar la ropa que se ha perdido desde horas sin perder la mirada a tu desnudo caminar que los primeros rayos de luz delinean con dorado, el antes baño blanco, nocturno y pleno que te llenó de tanto placer... Sin embargo no importa que por el momento sean solo nuestras manos quienes se cubran, caminando de ellas y de caras al sol, dos desnudas siluetas se acarician en la arena bajo la mirada cómplice del mar.. Solo las huellas nos delatan, ahora desde la cabaña se liberan los demonios lujuriosos ávidos de hacer arder el día segundo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De fuego reprimido

De nuevo al fango pero al menos no olvido tu nombre.

¿Para qué olvidarme si existe el perdón?¿Para qué perdonarme si existe el olvido?