Suspiros: Son errantes sin dueña, tan solo mis ausencias, sin embargo tú conoces que solo a tu piel acuden.

    Suspiros: Son errantes sin dueña, tan solo mis ausencias, sin embargo tú conoces que solo a tu piel acuden.

No bastan los suspiros para expresarte cuánta fascinación por tu piel he atesorado.
Lustros a intemperie mi mirada pero tras el abrigo de mi discreción todo cuanto por ti siento callo en mis estridentes desahogos a luna y noches por respeto a nuestra condición.
Cuántos anhelos desbordan mis suspiros, cuántos deseos de contemplar tu despertar, cuánto diera tan solo por contemplarte sonreír a diario y ver levantar el sol entre las cortinas que infructuosas alejaron de mis labios tu piel aunque solo en sueños.
Así como la braza torna rojo vivo al oscuro carbón inerte, veo tus fotografías y mis pasiones justo entonces conocen qué es el fuego.
Tu nombre está presente en medio de cada uno de mis suspiros, tan solo con remover un poco de mis fantasías te hallo en mí, en aquel monumento a tu piel, a cada foto desquicias mi mente,aquella compostura que la sociedad me obliga a sobrellevar, solo tu haces que mis mejores fantasías me envuelvan en deseo, reduzcan la razón y deje arder lo que nombro como amor.
He tratado de sacarte de mi mente, olvidarte en otras pieles, en otros labios pero por más que lo intento a ti no he podido, me he olvidado hasta de mi pero no de la fascinación de tu ser en mis pasiones, he tratado de alcanzar el velo de tu traje, así sea el aroma de tu cabello pero por más que lo intento a ti no he podido lograrte más allá que el eco de tu sonrisa a la distancia.

Acudo cerca a ti aunque me pierda al mundo, es probable olvidarme de lo ajeno a tu piel, atípico al sentir de otra, o quizás ya lo he hecho, sin embargo, de poder, no sería ajeno a mi voluntad volverme adicto al sabor de tu piel o el placer de tus besos. Mis labios no creo que puedan dejar de anhelar los tuyos, no puedo dejar de llevar los míos hasta los tuyos casi probarlos, no puedo entonces dejar de adorar el lente que te trae a mi cuando mi devoción a tu piel tiene su premio con cada una de tus fotos.
Ahora bien, si mis pupilas van a cegarse que sean viendo tus fotografías y que arda mi ser ya de ti mis pasiones, que sean libre mi anhelo y alcance a redimir sus silencioso sacrificio porque no hace mella la ausencia del mundo cuando me agobia la tuya pues ya no he necesitar contemplar el mundo después de haber contemplado tu piel.



Comentarios

Entradas populares de este blog

De fuego reprimido

De nuevo al fango pero al menos no olvido tu nombre.

Rúben (cuento), Luis Britto