Cartas a las cosas: Ocaso. (Idea tomada de Collateral Beauty, 2016)

Dicen los ocasos que sin falta me ven suspirar por el sabor de tu piel. Digo por si acaso, que nunca piernas más bellas me han abrazado!

Fuego denso en las nubes a cada ocaso, como mi pecho arde lo haces tu, ocaso, por sus labios, mi deseo. Cada ráfaga de su mirada resuena en rojizos fuego eco entre nubes sonrojada de placer y agitadas como la mía respiración, devoto de su sabor y adicto al aroma de su piel, seguidor ciego de sus pasos y obedientes servidores mis dedos de su ansiedad.
Te busco ocaso desde que en el brillo de su mirada desnuda y ajena al follaje que le rodeó aquella tarde noche en que se nos olvidaron compromisos y pudores disfruté. Algunas lunas te recrean eclipsadas no por más que la indómita belleza de su ser y son ellas testigo tras tu contemplación de sus palabras susurrado a mi pecho y las mías a su vientre.



Ocaso, eres si acaso el espejo de su recuerdo. Sois quien guarda sigiloso los suspiros que ella roba de mi latir a cada pálpito de mi amor. sois lienzo en el que sol y nubes se entrelazan de manera seductora y fascinante casi tanto como la danza de sus caderas y sus senos traviesos que juegan entre sol y sombras a mi antojo. Sois espejo en donde el mar nos ve encontrarnos y da ritmo a sus olas como lo hace ella en su océano sobre mí abatiéndoles casi náufrago yo en sus indómitas mareas.
Transición ocaso, sos el materializador de mis noctámbula fantasías, previstas de día, con lusas de madrugada y desbordantes justo cuando cae el reflejo de tus rojos. Sos ocaso, la bandera con la que parten mis ansias de buscarte en el frenesí de la carrera entre mi sigilosa irrastreable presencia y la luna misma por posarse sobre la piel de ella, tardar un poco sería llegar de segundo y recibir ya su ropa en el césped, alcanzar mi meta es llenar de momentos, de placer, los recuerdos que ebullen a la siguiente tarde cuando me siento a esperarte mi maravilloso ocaso y saborear aun con tu luz mis fantasías hechas realidad en su piel.

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