Elocuencia de la mirada.



Nadie cuestionaba su excelencia, era una joven muy Sensual y atractiva, de bellas formas y perfectas letras, aroma increíblemente exquisito y de caminar elocuente y seductor. Así era ella, la que cautivó mi mirada sin pronunciar palabra alguna.
Aunque siempre sobresalió entre sus compañeras, en algún momento tuve que confesarle que me intrigaba como una mujer tan bella podía demostrar semejante inteligencia (cayendo yo en el estereotipo).
Conocerla, fue uno de mis placeres, ver en su mirada sencillez y profundidad, perderme en su sonrisa como en ninguna otra, artista y dedicada, sus movimientos hacían soñar.
Ella en su mirada escondía un secreto que no pudo guardar para el olvido de su buen nombre:
Hablando entre amigos, de fantasías y pasiones libreto algunos pensamientos que pasaron desapercibidos por varios menos por mis oídos. Quizás su intención fue entonces que se grabaran en mis fantasías las suyas.
Todos compartíamos de manera graciosa, por la timidez de revelar nuestras fantasías, aquellas que aún revuelven nuestras noches ilógicas, unas iban de una a otra hasta que fue su momento de hablar y liberó tras mis ojos cada demonio que aún guardaba decoro cuando en un trozo de papel ella escribió la suya .
¿Cuánta pasión puede contener una línea escrita con pluma y deseo?
Mis pupilas aún arden cuando ven su piel y la imagino como aquel papiro inocente que aguarda por aquella espesa tinta con la que mis dedos se desviven escribir las más ardientes letras, transcribir con mis labios las letras de los suyos plasmadas en mi piel, marcar cada línea en la que escribe su fantasía con cada una de mis oscuras pasiones.
Con una línea pudo ella fijarse devotamente en los anhelos de aquellas noches, revelar su fantasía dio vuelo a las mías y desesperadamente incitó mi latir y afán de humedecer mis dedos y labios en aquellas pasiones ocultas que no pueden conocer el sol, ella con una línea produjo en mi ser una primavera de fantasías, desató en mi fuego que mi el mar puede menguar.
Aquella tarde se desataron mis fantasías con su nombre, aquella tarde escribió con mi propia pluma:
"mi fantasía es estar con usted".





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