13 Meses: Ver sin creer la felicidad de tenerte.
13 Meses.
Ver atrás el cierre de otro otoño, aferrarme a tu pecho en el invierno en busca del fuego de tu ser, disfrutar de los fuegos artificiales que destella de tu mirada en fin de año, Sentarnos a hablar hasta las tres o cuatro de la mañana, caminar de la mano en aquellas calles que no reconocen nuestro pasado, hacer tantas cosas juntos y reírnos en una sola sonrisa de aquellas palabras de quienes jamás auguraron más que momentos los dos unidos, saber que tantas dificultades han salido avante de tu mano, con la convicción de nuestro amor que cada día se hace más fuerte y que se enciende en aquellos alocados encuentros impermeables al adolecer cotidiano pero yuxtapuestos a la casualidad de los suspiros…
Desde aquel 17 de noviembre de 2015 no ha cesado de surgir en mí la pasión que evoca tu nombre, no se apacigua la flama de tu amor que arde en mi piel con el sabor de la tuya en mis labios, definitivamente, son aquellos tus labios los que revuelven mis fantasías y revueltas en mi mente como aquel disparo de luz que disfruta de cada espejo de mis fantasías iluminando las en las noches donde la luna nos cobija y el secreto de los amantes es el tesoro de aquel pirata que esconde si rostros de aquellos tantos que se niegan a nuestro amor.
Cazador furtivo he aprendido a borrar mis huellas en el bosque y ocultar mis actos de la luz pública y disfrutar del Sigilo de mis dedos y acecho de mis labios en aquellos ocultos lugares que acogen nuestras desnudas pieles. Aprendí cada amanecer que vi salir el sol en tu piel que la razón no es democrática, que aunque la mayoría no augura más que lágrimas en tus ojos, la felicidad solo depende de aquellas gotas que se desbordan de tus dedos, que dan sabor a los suspiros cuando apenas saltan de tus labios y que la oscuridad se llena de luz cada vez que dos desnudos que se aman sin razón ni medida, que cada día se inventan una excusa para Enamorarse es un día en que el cosmos por completo se estremece con la pasión que durante trece meses me has brindado…
Desde entonces fuiste pasión y amor sincero, amor real, con defectos tan parecidos a la perfección que amarlos es inevitable, con temores a vencer, no a esconder y ante todo con la confianza de poder ser quien se es o se quiera ser sin temer la represalia del amo con el latido en la mano que reprende. No temo ser quien soy, temo tan solo perderte, porque no he podido ser yo, plenamente yo con mi colección detallada de defectos sino a tu lado, únicamente a tu lado y por ello puedo decir que he podido ser transparente, apasionada y temerariamente yo mismo a tu lado y eso con nadie que no dieses tu había podido ser por más de un segundo y tu ese suspiro lo dilatar hasta hoy… trece meses después de que nadie daba nada por nosotros demostramos que el amor es más fuerte que la misma razón.
Te amo, por siempre.
Ver atrás el cierre de otro otoño, aferrarme a tu pecho en el invierno en busca del fuego de tu ser, disfrutar de los fuegos artificiales que destella de tu mirada en fin de año, Sentarnos a hablar hasta las tres o cuatro de la mañana, caminar de la mano en aquellas calles que no reconocen nuestro pasado, hacer tantas cosas juntos y reírnos en una sola sonrisa de aquellas palabras de quienes jamás auguraron más que momentos los dos unidos, saber que tantas dificultades han salido avante de tu mano, con la convicción de nuestro amor que cada día se hace más fuerte y que se enciende en aquellos alocados encuentros impermeables al adolecer cotidiano pero yuxtapuestos a la casualidad de los suspiros…
Desde aquel 17 de noviembre de 2015 no ha cesado de surgir en mí la pasión que evoca tu nombre, no se apacigua la flama de tu amor que arde en mi piel con el sabor de la tuya en mis labios, definitivamente, son aquellos tus labios los que revuelven mis fantasías y revueltas en mi mente como aquel disparo de luz que disfruta de cada espejo de mis fantasías iluminando las en las noches donde la luna nos cobija y el secreto de los amantes es el tesoro de aquel pirata que esconde si rostros de aquellos tantos que se niegan a nuestro amor.
Cazador furtivo he aprendido a borrar mis huellas en el bosque y ocultar mis actos de la luz pública y disfrutar del Sigilo de mis dedos y acecho de mis labios en aquellos ocultos lugares que acogen nuestras desnudas pieles. Aprendí cada amanecer que vi salir el sol en tu piel que la razón no es democrática, que aunque la mayoría no augura más que lágrimas en tus ojos, la felicidad solo depende de aquellas gotas que se desbordan de tus dedos, que dan sabor a los suspiros cuando apenas saltan de tus labios y que la oscuridad se llena de luz cada vez que dos desnudos que se aman sin razón ni medida, que cada día se inventan una excusa para Enamorarse es un día en que el cosmos por completo se estremece con la pasión que durante trece meses me has brindado…
Desde entonces fuiste pasión y amor sincero, amor real, con defectos tan parecidos a la perfección que amarlos es inevitable, con temores a vencer, no a esconder y ante todo con la confianza de poder ser quien se es o se quiera ser sin temer la represalia del amo con el latido en la mano que reprende. No temo ser quien soy, temo tan solo perderte, porque no he podido ser yo, plenamente yo con mi colección detallada de defectos sino a tu lado, únicamente a tu lado y por ello puedo decir que he podido ser transparente, apasionada y temerariamente yo mismo a tu lado y eso con nadie que no dieses tu había podido ser por más de un segundo y tu ese suspiro lo dilatar hasta hoy… trece meses después de que nadie daba nada por nosotros demostramos que el amor es más fuerte que la misma razón.
Te amo, por siempre.
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