Mi escritora.

Tendida me escucha las historias que sus perversiones fecundan en mis fantasías.
En el lecho los amantes sino sólo dejan su sudor y pasión sobre sus pieles, también quedan en la piel tibia y rebosante de besos las letras de aquellas historia que entre las páginas de sus piernas gozo de leer…
Me has mostrado ser infinitas facetas en mi existir, haces de los días un juego de radiante sonrisas y destellos en tus ojos y haces de las noches frías y oscuras, enigmáticas historias de furtivos encuentros sin las limitaciones de la moral y el decoro, oscuras corrientes que bañan las pálidas pieles ajenas al sol.
Justo ahora luego de tenerte, de saciar los segundos en que la distancia caso ha dado por muertos nuestro fuego, he descubierto que eres una especie de agujero negro para mi sentir, pues no hay pasión, amor, sentir que pueda escapar de ti, que no se dirija a tu centro, no incrementen la inercia gravitatoria que ostentar sobre mi mirada, sobre mis caricias.
Tu piel aún no seca mi espeso placer y tus labios dibujan en la mía la silueta del rojo beso que desborda las pasiones bajo mis trajes, así como tu sonrisa destella de pasión y romanticismo, brilla la pregunta que noche a noche me acostumbras a responder:

¿qué historia hilas con mi piel y mis perversiones, con cada gota con la que bañé tus labios?

Ya es un juego acostumbrado, que guíes mis fantasías y las materialices en mis letras para que disfrutes de mis historias cuando te las narro.
Apoyada en mi pecho, Tendida a mi costado, desnuda o casi, letra a letra vas transformando tras tus pupilas en aquellas irrefrenables ganas que condensas en tu ropa interior y con los que mis dedos se acostumbran bañar, veo el brillo en tu mirada a cada frase y el ataque de tus dientes a tus labios mientras se es abuse un suspiro y alguna contracción de tus piernas, veo aquella maldad en tus intenciones, la misma de la que soy preso, te veo y me salio de continuar digitando la historia que escribes en mis fantasías, con la pluma suave al viento como tus cabellos en mis dedos, con el agudo filones cada uno de tus pezones en mis labios y con la indeleble tinta y aroma de las gotas de tu placer en mi piel.
Es así como disfruto de mi escritora, ella arde por dentro con cada letra que brota en mis labios buscando su piel, ella planta en mi aquellas pasiones explosivas que hacen de nuestro lecho convulsionar de gimnásticas expresiones de amor, de pasión, ella alcanza el límite de mi orgullo, ella atenta disfruta de las historias que ella misma, con su piel, con su mirada, escribe en mis retorcida mente, con su gesto atónito de satisfacción impulsa mis historias hacia la llama del clímax de sus orgasmos, con sus susurro acentúa cada una de mis palabras y sus gemidos, aquellos gemidos, son aquellas ovaciones que todo buen libro produce a su mención.
Yo solo dígitos aquellas letras que escribes con cada una de mis perversiones, que han de ser rutas por siempre, yo tan sólo adecúo el código con el que tu atenta, desnudez, deseosa y maquiavélicamente excitada escribes tus fantasías y perversiones! 

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