Al final, ¡siempre te prefiero a ti!

Ya las luces de la ciudad brillan en las húmedas calles que ignoran las estrellas, del frío resguardo la piel que desde que te sintió a ti pertenece, de la mirada del ajeno ya no debo esquivar la mía pues para mi es la noche ausente de otro que como yo no concilie el sueño, ya puedo suspirar propia y libremente sin que odio alguno se cruce desganadamente sus pasos frente a los míos, ya salvo de los gatos, la oscuridad es mía.
Luego de luchar contra viento y marea por tu amor, esquivar la afrenta de quienes odian vernos felices, batirse entre lo correcto y lo real, escabullirme entre tus temores y las sombras para tener tu pasión, caminar imaginando tu mano, rogar por superar tu malgenio, perseguir tu mirada, beber del café oscuro que brilla como tus pupilas, suspirar por tu nombre una y otra vez, luego de sentirte mía, de ocuparme de tu felicidad, de huir del bullicio de la inmensa soledad de estar con personas vacías, de buscarte en rincones donde la locura nunca llegó, de nombrar uno a uno aquellos demonios que liberas para mi, luego de llenar mis pupilas de tus imágenes y mi mente de tus videos, de recorrer repetidamente el trazo que bien anhelo tu garganta siga, de contener fallida mente mi espesa pasión en mis dedos, de hacerte partícipe de ello una y otra vez, luego sufrir con tu rechazo, de lavar mis mejillas con la lluvia de mis fracasos, de rogarte que vuelvas cuando mis torpes ansias elevan la marea que aleja de mi tu barca, luego de implorar por tu pasión, de desgarrar mis ropas en desesperación por no hallarte, de ceder a la angustia los segundos antes de verte, de entrar en desesperación por no poder aun vencer tu ropa, de soportar la bipolaridad de tu corazón adolescente, de sucumbir a tus caprichos y arrastrarme a tus pies para que ellos no toquen el frío del suelo, luego de morir en cada beso y llegar a la pasión eterna dentro de ti, de escucharte ahogada en mi pasión, te sostener tu mano con tus dedos y cabellos enredados en los míos, luego de ser uno ambos sin orgullos ni pudor y mucho menos moral, luego del mundo y luego de mi vida, al final, al final ¡siempre te elegiría a ti!

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