Que no sea tu espejo el único testigo...

Que no sea tu espejo el único de testigo de aquellas tardes en las que tu piel pierde el su pudor y se vence ante la humedad que en la mañana nutrió mis dedos.
Aun pareces aquella tímida y sensible niña que me mira atenta cuando exploro el mundo que le rodea, aún tenue están los rastros de tu condición ingenua ante el descubrimiento de nuevas pasiones… aún, aún estoy sediento por el juego cruel que ordena la norma y sabes vencer de manera temeraria y siniestra.
El vuelo de tu falda alcanzan mis fantasías erguidas en lo alto de mi anhelo, giras de manera caso descarada hasta descubrir aquellos secretos que se me niegan pero que son constantes en aquellos sueños que recreo con mis dedos en mi privacidad, como aquella Lolita que sabe manejar sus tiernas formas para doblegar la razón y la moral, lo haces con tal gracias que disfrutarlas me es obligado, por resistir estoy vencido antes aquellas travesuras que has de cometer con la intención de acabar con mis rezagos de razón.
Son menos prendas de la usuales las que luces ante mi labor, haces con ello que toda la concentración se oriente a aquellos colores que bajo cuadros muestra tu desnudez, labios dulces que ansío probar brillen con la humedad por por de tus intenciones . Pocos logran descifrar la perversión de tu sonrisa, el brillo en la mirada revelan la ausencia de toda tu ropa interior y el roce de mi piel en tus telas conforman el estado de disposición que te encuentras. Como algunas, son intereses pasionales que no ligan al amor, el deseo de lo prohibido te hace obrar así y me mantiene en aquel conflicto de la ética y la moral.
Es increíble la cantidad de travesuras que realizas con el ánimo de que mis pupilas venzan la transparencia de tu camisa y la indecisos postura de tus piernas hacen de tu asiento el más majestuoso trono de la lujuria que reina entre tus hermosas piernas.
Pero es tu espejo donde descubres para mi el placer de sentirte libre de aquellos relatos de uniformidad que la sociedad manda. Es tu espejo el testigo de aquellos dedos que registras a mi satisfacción, es tu espejo quien dibuja en tu piel las caricias que susurrar al teléfono cuando te escucho, es tu espejo el marco en el que se pinta tu ansiedad, tus ganas inmensas de ser tomada por cada uno de mis demonios, es el espejo la excusa para revolver mis pupilas y agitar mis brazos, es además el medio para registrarte por completo, deseos a y anhelada, húmeda y tibia en medio del fuego que desatan en mí tus fotografías.
Que no sea el espejo el único testigo de aquella pasión que rebosa nuestros dedos, que gotea de los tuyos a tus labios y de los míos a tu piel. Que pueda en mis manos sentir cada gota de devoción que a tu piel, espesa cubierta, anhelo dar, que no sea tu espejo testigo mudo, que además sea esa bella ventana en la que desnudas tu ser para que mi ser pueda ser pleno. 

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