Terapia


Quizás solo sea tu perversión la que apacigua la mía, quizás sean tus fantasías las mías propias, el hecho cierto es que solo tu, eres quien me da fuerzas para continuar suspirando, tu piel y formas, poses y maniobras hacen que mi diego arda sin temores y mis dedos húmedos tengan sentido.

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