Eres tu, noche y oscuridad

La luz y la oscuridad, ella todo lo descubre, todo lo ilumina, domina durante todo el día, deslumbra ante la mirada del observador... Y eres tu, noche tersa de oscuras pasiones y demonios al acecho.. Eres tu que aunque por esporádicos lapsos ocultas mi nombre en tu seno y logras superar todas aquellas fantasías que guardaba como tesoros... Eres tu quien bajo el manto de las sombras gobiernas mis pasiones!

La noche gana terreno y va venciendo la luz del día, la noche con su fría calma vence con el fuego de su pasión la tenue luz. Ahora a oscuras , la ausencia de el brillo acusador de la mirada de ajenos alienta a cuantas fantasías represas se resuelvan y transmuten en complementáreas permutaciones tantas como gotas de ti emanas al sentir la proximidad de tus dedos.

El Hierro que portage la escalera al cielo hoy no presta resistencia ante mis pasos furtivos, escondido entre las sombras, una a una, cada escala en pleno silencio es dejada atrás mientras mis demonios y mis latidos eufóricos no callan bajo mi piel.

Explosión de sensaciones llegar a la última y verte allí, aguardando por mi, con mucha más piel que ropa, lo justo para resolver mi conciencia olvidarme de mis compromisos Morales. Un abrazo y dos palabras, juego inculmen de labios y abrazos, aproximaciones tentativas qué dan paso a cientos de fantasías más. Cercanías inconcebibles aceleran el latir de mi pecho y tus piernas.




No hay reproches en nuestro encuentro, aquellos suspiros entre besos desbordan la Caldera que  arde bajo nuestras ropas, vencidos en anhelos, nuestros labios toman posesión de cada uno, del otro, acaban sellando la locura y dando libertad a la razón que escapa en segundo y que nos deja preso solo del deseo, pasión y amor, y en una atmósfera por donde la cordura no se atreve ni a asomar…

La lucha por alcanzarte en tu afán de perder la ropa es la única de mis preocupaciones: una a una de mis prendas pierdo tras la habilidad de tus dedos por liberarme de cada botón que aprisiona mi abdomen... De cada elástico que resguarda mi pelvis…

Son mis dedos y tu mano corceles sobre los cuales desbocan nuestras pasiones, tu voz majestuosa conjuga entre saliva palabras que apenas tus vecinos escuchan, mis vocablos son solo el chapoteo de tu placer en mis dedos.. Y en mis labios los tuyos por fin calman mi sedienta boca.

Las pocas prendas que aún no son arrojadas escalas abajo empapadas están de nuestro encuentro, tu mano es hábil como mis dedos. hemos sabido disfrutar en una explosión de lujuria del oculto y ardiente encuentro que han dispuesto en un mágico espectáculo nuestras ausencias de razón y moral exponer.

La noche se consume y las luces de la mañana nos alcanzan, las miradas de extraños ya nos siguen y debemos seguir siendo dos casuales desconocidos que aguardan por la siguiente noche con el anhelos de un amor inconcluso, de un sueño revolucionario que generará más orgasmos que apoyos y más felicidad que tristezas por las dificultades.

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