Ella y sus demonios bajo su piel.

(señor diabetico, este post no va dirigido a su sobrina, y las imágenes presentes no tienen relación con su ser) 






En un día cualquiera ella se decora de inocencia, con sus cuadernos en mano y con la ilusión tras las pupilas sonrie frente al espejo, aquel que le revela que cada día cambia un poco más, producto de aquellos deseos que lleva adentro y que sacia sin temor.
recorre su piel con su mirada, le decora con Algún color : labios rojos ardientes para compensar los otros húmedos.
le sonríe al espejo con gran amor.




De salída recoge sus notas y alcanza a despedirse de dos o tres vecinos que siempre le han intentado mirar más allá de su piel. camina construyendo su camino a cada paso, con los que alcanza más seguridad de sus temores y más valor ante aquellos que le recriminan sus condiciones.
pocos entienden que sus sonrisas llevan mucho más bajo la piel. pocos entienden que su mirada revela aquellas miradas de los demonios que le habitan. algunos apenas logran escuchar decir de sus suspiros y por cierto, sólo uno sólo, solo ella puede entenderlos.
el sol alcanza su piel y la brisa juega con su cabello rizado, aquel que se enreda a aquellas decoradas uñas que tanto placer han dado al marcar aquellas pieles que le han probado. se dirige por el camino, el mismo que crea, con cada paso va moldeando su Horizonte a su antojo con una risa, algo indecisa, debatiéndose entre la moral y su sentir. esta dualidad dentro de sí le ha permitido conocer ambos extremos de la vida, quizás esto le hace merecedora de aquel estatus de confidente que muchos solemos otorgarle y aquella magia de ver más allá de la verdad, Más allá de la realidad, más allá de lo que los supuestos dibujan en el imaginario del común.
sonríe en su ámbito y esa sonrisa se irradia como Primavera Desatando el florecer de aquellas praderas que siempre han alcanzado su máximo goteo con el Rocío del Alba como aquellas gotas que brotan en su íntimo ser cuando cada fantasía parece hacerse realidad. sonríe y el mundo brilla aunque a veces llora y aquellas nubes que desatan tormentas tras su llanto lavan la superficie, lavan la piel del planeta, lavan las culpas que deja la moral cuando se impone sobre el deseo.
ella ríe, a veces llora y suspira y cuando suspira el aire que revuelve el cabello de sus pasiones, que juega bajo la tela que cubre las pieles que no han de cubrirse, suspira por aquella caricia que inocente llega Pero qué inocente no ha de marcharse.
ella sonríe a veces llora y suspira Y recuerda Cómo la sociedad le obliga a crear un albergue Bajo su piel, el albergue de aquellos demonios que juegan con pasiones, que arden en deseo y se bañan en gotas de placer, aquellos demonios Bajo su piel son los que juegan de la mano con aquellas fantasías que aún cultiva en la huerta que amenaza la cizaña de la sociedad moralista y religiosa.
ella alberga tantos demonios como sueños para su mirada, delimitados por su piel pero Incontenibles en su pasión, Sólo basta verla plenamente libre jugando con su ropa, perdiendola enfrente del lente que se deleita con su baile, con su sonrisa, Sólo basta ver aquellas marcas en su piel para darse cuenta que es una mujer real, pasional y sensible, que ríe, llora, suspira Y contiene un mundo de sueños en pasiones y que la enmarca con el rojo Ardiente de sus labios y el gotear Ardiente de los otros suyos.
de su pecho, la mágica punta de lanza esférica avasalladora de aquellos ejércitos que se llaman dignos porque en aquel pecho, bajo aquellas Colinas formada por años de pasiones y fantasías es donde reposan la mayoría de aquellos sueños inculmenes y aquellos anhelos de ver gotear el espeso blanco de mi devoción.
basta con recorrer su piel para contar sobre si aquellas marcas que la pasión que pocos aceptan como pasión y que muchos ven como tabú o escándalo han marcado huellas de pasiones oscuras y ocultas, juegos de maniobras que otras considerarían inconcebibles para sí son las que decoran la piel de una mujer real, con ternura y pasión real, con sensaciones y anhelos, basta con acercarse a esa piel para escuchar el disfrute de aquellos cientos de ejércitos de demonios bajo ella.


el infierno es bueno dependiendo del diablo y en esto se nutre su sonrisa porque tiene de mucho de dónde escoger, un demonio para cada quien, asertivo y agudo cuando de obligar a disfrutar se trata, un demonio para quién es débil y uno más para el que es fuerte, un demonio para ellos y cientos para ellas, tantos como pasiones y anhelos. aquellos demonios Bajo su piel son los que le hacen valiosa para mí, porque arden mis dedos cuando le sienten, porque se revuelven como Si estuvieran poseídos, porque se aferran cuando muchos sueltan, porque arden cuando el hielo se desborda, son esos demonios que la hacen ser y la hacen mujer, son esos demonios a los que adoro, son esos demonios los que le dan el sentido a toda esta devoción que por tus labios y tu piel profeso.
Son aquellos demonios mágicos demonios que dan forma a ese cuerpo real, lleno de pasiones y sediento de fantasías, objeto de las mías y destino de mi espesa devoción.

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