El sol

El sol no es intruso, no lo odio, le envidio, fugaz entre la ventana alcanza tu piel, aquella piel por la que mis labios se esmeran, y por la que soportan el ataque de mis dientes!
Esa tu piel que guarda el fuego de aquellos atardeceres coloreando aquellas formas con las que sueles enmudecer mi mente, dilatar mis pupilas y cortar mi respiración…
Cada día te veo más bella, cada día te veo más allá de tu piel.. A través de tu mirada... No me quites el mágico brillo de tu sonrisa...
Y el hipnotizante juego del aire en tu cabello que roba el aroma de cada uno de mis suspiros...




Yo podría quedarme todo el día admirando esa bella silueta que el sol dibujaría a tus pies... En tu sombra... Como forma de adorarte, como ofrenda a tu armónico contorno , como ofrenda a la diosa objeto de mis plegarias…

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