El camino de regreso siempre es el más largo.

El camino de regreso siempre es el más largo.

Haciendo de mis recuerdos un nudo en la garganta, el grito ahogado en el humo que dejas al partir agarro los despojos qué deja tu pasado y los abrazo con ira impotente y la desilusión furtiva qué ataca aquellas tardes en que la brisa al igual que las lágrimas no cesan y corro al desesperado a ti.



Alcanzarte fue una ilusión que por poco revive el desolado claustro de lágrimas al qué me condena perderte, Alcanzarte no fue más que la comprobación de que ya te habías ido.
Alcancé a tener tu recuerdo en mis labios, tu piel en mi piel pareció por un momento que nada había cambiado aunque las miradas mudas con palabras de daño y tristeza eran casi tan elocuentes como el eco qué hoy inunda mi soledad.
Ya no somos los mismos, luego de aquella batalla en la que acabó nuestra guerra, luego de sentir que tu amor me corresponde es por fin en que entre lágrimas y un dolor que nunca antes había sentido puedo escribir habiéndote perdido qué ya no estas aquí.

Fue fácil engañarme a mi mismo cuando en tus palabras, entre desánimos y algunos reportes aun existían aquellos besos qué ahora morirán en otros labios, al decirme para mis adentros qué aun podía vivir son embargo cada segundo de soledad al lado de tu cuerpo desnudo me develaba la más cruda realidad : te has ido.
Un paso a la vez doy marcha en dirección opuesta a tu mirada pues su luz ya no es la mía, respirar se hace cada vez más agónico, mis piernas no logran cargar con el peso de perderte hasta el punto de caer de rodillas en una estúpida oración que jamás nunca llegará a oídos de algún Salvador como lo hizo en su momento cuando algún aquel te trajo ami dándome la vida que ahora pierdo de nuevo.
¿Por qué me pesa tanto cada paso en el camino de vuelta? Sabiéndote perdida, vacío por dentro debería estas suelto y liviano, pero este camino se hace cada vez más largo y mis culpas cada vez más pesadas.
Dar un paso adelante parece que distancia dos más el horizonte que anhelo donde tu recuerdo no duela tanto, donde la sorpresas rotas no liberen la espina de aquella funesta pregunta : ¿qué hubiera sido?.
Buscar una respuesta ahora no es el camino, pues ya lo respondiste, no quedó nada que pueda construir un camino en el que pueda hallarte, no hay lazarillo que guíe este cegado despojo a tu vientre de nuevo. No queda ya más que reproches y frustrados suspiros, por más que halla doblegado mi cuello en pago a mis faltas no logré hacer de tu dolor mesura y evitar tu derroche de sadismo en tu adiós.
El camino de regreso se hace más largo porque cada paso intenta saldar la tristeza que marcó el anterior, es más pesada la carga porque adicional al recuerdo mágico de tu sonrisa penden de mis lágrimas aquellos errores que en mi condición de enamorado no preví y cometí, porque es tu nombre el que me alcanza entre cada respiro tóxico y es tu adiós el que impulsa la daga que cercenó mis ilusiones y cada anhelo de sonreír a tu lado.
El camino es más largo porque cada sueño roto pesa más que los miles besos que pude darte, porque al igual que en tu amor pesó mas mis faltas qué mis sacrificios. El camino es más largo ya que no se a donde ir si antes solo eran tus brazos los que atraían mi latido.
El camino de regreso es más largo y más doloroso, más difícil, más eterno, más cruel y despiadado, más funesto y oscuro porque tu ya no estarás!.




Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

De fuego reprimido

De nuevo al fango pero al menos no olvido tu nombre.

Rúben (cuento), Luis Britto